lunes, 4 de abril de 2011

¡¡He venido a hablar de mi libro!!: Entrevista a Ignacio Becerril.



1. Se le oía cantar, es mi relato favorito en lo que concierne a Un año de palabras. ¿De dónde salió la idea? 

La verdad es que después de tantos años no recuerdo exactamente de donde surgió. Sólo que son ese tipo de historias las que más me gustan. Las que definen la esencia de los héroes. Un tema recurrente en mis historias. No quiero destripar el relato dando más datos. Solamente que me alegra ver cómo llega este relato a la gente, cómo se comparte su sentido. Me da esperanzas en la raza humana.


2. ¿Qué hace falta tener en la cabeza para ser escritor de terror? 

En la cabeza no sé, pero para el tipo de terror que a mi me gusta hace falta algo pero más abajo, en el corazón. Tú mismo lo comentabas en tu maravillosa reseña, que todavía me sonroja. Pasión. Porque el intelecto, la lógica e incluso la creatividad son mecanismos que, aunque definen al ser humano, no constituyen su esencia, y por eso lo que nos gusta, lo que buscamos y ansiamos es que nos emocionen, que nos hagan sentir. Puede que haya otra literatura de género más enfocada al estómago e incluso a los propios testículos, pero no es la que me va. Con mis relatos trato de compartir algo que siento. Emocionar. Saber que estoy menos sólo, más comprendido.


3. Madrid Escribe. Después de la de meses que llevamos con ello, ¿Qué opinión te merece? 

Pues la verdad es que me da mucha pena que haya coincidido con una etapa de mi vida en la que dispongo de muy escaso tiempo para poder dedicárselo como me gustaría.
Sin entrar a valorar ese otro fenómeno de colectivización, o cuasisindicalismo que estamos viviendo en el género (probablemente una manifestación más de un mercado tal vez demasiado saturado o efervescente), poder simplemente juntarse con gente afín a tus ilusiones y aficiones es muy motivante. Y es que una de las cosas que más caracteriza a la escritura es la soledad. El proceso creativo es un proceso muchas veces solitario, costoso, y siempre es reconfortante poder compartir esa afición, no sólo para aprender u obtener otros puntos de vista, sino simplemente como refuerzo emocional a una actividad en la que muestras a ti mismo sin vestiduras ni piel que te proteja.
Aparte de este refuerzo de ánimo y el aprendizaje que puede aportar pertenecer a un grupo, veo en él muchas ganas de hacer cosas, aunque lamentablemente en la vorágine de la vida moderna los deseos muchas veces se ven frustrados por las circunstancias. Al menos, es un consuelo ver que se comparten muchas de las opiniones que sobre el estado actual de nuestro mundillo se tienen.

4. ¿Relato o novela? 

Obviamente son dos géneros totalmente distintos y bla, bla, bla, pero si me preguntas a mí hace siglos que no soy capaz de pasar de la página veinte de una novela. De hecho, parece como si el frenesí de la vida moderna se hubiera apoderado de la propia literatura, y cada vez es mayor la pujanza de géneros más breves como los relatos cortos, micros e incluso minimicros. Hay demasiada oferta, demasiada información, y al menos con formatos pequeños si te equivocas no has perdido tanto tiempo. Puede que vivamos en la cultura del lo extremo y directo. Del video clip al relato clip. Sexo mental rápido.

5. Un buen libro. Y un libro que no recomendarías jamás. 

Me encanta cuando veo en los foros que se siguen leyendo los clásicos. Eso es muy importante. Si yo no hubiera leído tanto en mi juventud, no habría desarrollado ni la
sensibilidad ni el manejo de los esquemas básicos para poder desarrollar una historia, o perpetrar un relato.
En todo caso, con el tiempo, te das cuenta de lo distintos que somos las personas, y como a unas les puede gustar cosas que tú encuentras cuando menos indiferentes. Así que me resisto a aconsejar o desaconsejar un determinado libro u otro. Más bien mi consejo va en otro sentido. Leas lo que leas, o hagas lo que hagas, trata de sacarle todo el provecho posible, extraer todo su jugo. Si estas con la mente abierta y las neuronas funcionando, de todo puedes obtener una enseñanza o una idea (aunque sólo sea por descarte y oposición)
 
6. ¿E-book sí o no? 

E-book inevitable. Es más, ni siquiera el e-book actual, que se verá subsumido (me he dado cuenta que utilizo mucho esta palabra, y puede que no signifique lo que creo –sic la princesa prometida-) por las tabletas, ipad o como se llamen, con muchas más utilidades.
Aun así para mi el limite de toda tecnología es el ser humano. Da igual cuantos libros, discos, juegos o películas se saquen al año. Yo sólo puedo leer, escuchar, jugar o ver una a la vez. Lo demás me sobra. La ciencia no avanza hacia donde puede, sino hacia lo que interesa o place al ser humano. Si cubre una necesidad suya real, de las de verdad, el invento sobrevive, y, si no, se olvida (¿alguien recuerda aquellos relojes digitales de pulsera que eran calculadora-agenda-tostadora?).
Hoy por hoy a muchos les gusta el tacto y el olor de los libros, y, en ese sentido, tienen un nicho de supervivencia.

7. Un escritor. 

Nunca. Un escrito. Ni un grupo. Una canción. Estoy abierto a todo y valoro todo por lo que es, no por el prestigio o galones de quien lo ha hecho. Que me fije más en algunos autores es por cuestión de estadística (los seres humanos hacemos extrapolaciones de los datos que tenemos para tratar de hacer previsiones correctas del futuro, lo que nos ayuda a sobrevivir o al menos a disminuir algo el porcentaje de errores que cometemos –por eso cruzamos de acera cuando nos topamos con un tipo con malas pintas, aunque este pueda ser en realidad un bendito de dios-). Más bien al final lo que busco son opiniones sobre cada obra en concreto que me hagan intuir si me va a gustar o no (y luego hago lo que me da en ese momento, como todos).

8. Una buena película, y la peor película que has visto. 

Me encantan los musicales, y creo que la combinación entre música e historia es insuperable, derriba todas las barreras internas y me pone el corazón a flor de piel. Me emociono hasta con videoclips. El último el de FireWorks de Kate Perry. Simple, tonto, pero emotivo. Si es que soy un romántico, qué le voy a hacer.
En cuanto a la peor... por fortuna ya hago igual que con los libros. Si al poco no me ha enganchado, se lo dejo a otros. Y me borro de la memoria hasta su título. Hay tanto por conocer y tan poco espacio en el disco duro...

9. Una anécdota graciosa. 

Tengo decenas, pero todas de mi hija, lo que es ilustrativo de cuáles son mis intereses en la actualidad y qué copa todo mi tiempo. Lo que sí puedo contar es un par de cosas que me han pasado y que tal vez puedan servir de ayuda o consuelo en este proceloso mundo de los certámenes a otro protorcillos como yo. En un año me quede fuera de la selección de tres importantes certámenes justo por un puesto (vamos, el undécimo de diez), e incluso he estado en alguno donde mis relatos, por alguna extraña maldición, se pasaron y ni siquiera fueron leídos. Pero tampoco me llevo a engaño. En la inmensa mayoría de ellos, simplemente no eran lo
suficientemente buenos... al menos para ese certamen (Emoticono de guiño, no sé si se pueden usar esas señales en una entrevista seria)

10. Final de Copa del Rey, F.C. Barcelona-R. Madrid. ¿Un resultado? ¿Una opinión? 


157 a 158, o viceversa, me da igual quién ganase. Pero tendría que ser un partido superespectacular (coño, me faltan emoticones)


Lo que también me falta es una foto con una camiseta donde se pueda leer el título del recopilatorio de relatos míos que va a sacar Saco de Huesos en breve, titulado “El monstruo en mí”, y que es el colofón de mi protocarrera, con relatos inéditos que son, en mi opinión, de lo mejor que he escrito (vamos, que parece que fueran de otro)


Esto ha sido un momento Torrente, inspirado en la forma de promocionarse de Santiago Segura, y en la imposibilidad de hacerlo de otro modo (sonrisa encantadora), así que lo veréis más a menudo.

1 comentario:

  1. Una entrevista muy interesante. Siempre me ha llamado la atención conocer un poco más a la gente con la que coincides en los foros.
    Poco a poco me va entrando la curiosidad y tal vez me pase un día por vuestras reuniones de Madrid Escribe.

    ResponderEliminar