No nos vamos a engañar, no soy precisamente fan del género Zombie y, es más, soy de la opinión de que sencillamente éste género está de moda, y se está publicando bastante novela… del montón, por el único motivo de que en ella hay humanoides que se dedican a comerse el cerebro de la gente, y eso gusta. Aún así, hay historias que merecen la pena ser leídas, como puede ser Los Caminantes, de Carlos Sisi, que me dejó gratamente sorprendido –y aún no he tenido la oportunidad de leer Necrópolis, pero no creo que tarde- y la ya mentada, y que procedo a reseñar: “Y pese a todo…”
Para empezar, el autor y padre de ésta novela, Juan de Dios Garduño, usa un estilo sencillo, directo, y ameno. Quizás, muy parecido al de un Stephen King al que rinde homenaje situando la acción en el estado de Maine. En cualquier caso, es algo que es de agradecer, porque en novelas de éste estilo, lo peor que puede hacerse es caer en la pedantería, y tratar de reinventar la literatura. Vamos, que engancha, se lee rápido, y el estilo adoptado por parte de Juande, es completamente acertado. Incluso los flashbacks, cuyo uso abusivo en algunas historias suele resultar exasperante y termina sacándote de la historia, en éste caso no sólo es correcto, si no que además necesario para comprender la relación de ambos protagonistas.
La novela está ubicada en Bangor, ciudad del estado de Maine, en la actualidad. Las grandes potencias terminan entrando en conflicto, se produce una guerra bacteriológica, y nos encontramos en la situación extrema que nos plantea su autor: Tres supervivientes de un mundo devastado, dos de ellos enemistados por circunstancias anteriores a la guerra, se ven obligados a convivir en una ciudad casi desierta. Y he aquí, para mí, el gran logro de ésta novela: Su ambientación. La sensación de soledad, pena, tristeza y dolor de ambos protagonistas, está muy conseguida. No es una novela de Zombies al uso, donde ponemos a gente en una situación complicada, y la novela se dedica a contarnos cómo van sobreviviendo los protagonistas, sin complicarse la vida ahondando en sus sentimientos. En ésta novela, tenemos dos personajes trabajados, que nos contarán su historia, que llorarán y reirán, que odiarán y amarán, y lo mejor de todo, que lograrán traspasarnos a nosotros todos esos sentimientos.
Creo que eso es lo más grande que puede conseguir un autor.
En lo concerniente a los dos protagonistas, no quisiera desgranarlos para no romper la magia y estropear la historia a quién todavía no la haya leído, pero contamos con Patrick, una persona que ha sido un vividor toda su vida, y con un carácter cínico que en ocasiones nos hará esbozar más de una sonrisa (Para mí, es el personaje más Stephen Kingiano –No se me ha ocurrido mejor término- de los que en ésta novela aparecen) y Peter, que es su alter ego. Una persona que ha sido siempre más estable, pausada y tranquila.
Sinopsis
Después de la tercera guerra mundial, quedan en la ciudad de Maine, sólo tres supervivientes: Patrick, Peter y su hija, ambos personajes enemistados hasta el límite, y ahora abocados a entenderse, o al menos intentarlo, para tratar de sobrevivir, pues pronto tendrán visita de unos seres poco amigables...
Conclusión
“Y pese a todo…”, es una novela recomendable, muy recomendable. Se lee rápido, fácil, engancha, y su autor ha sabido conjugar bien los elementos y medios de los que disponía, para convertir en memorables a sus personajes.
Como nota negativa, decir que los seres que aparecen, no cumplen con el arquetipo de Zombie que todos esperábamos… afortunadamente. Personalmente, no los habría llamado Zombies, porque no tienen nada que ver, pero ésto ya son matices.
Bonus Track
Si queréis saber algo más del autor, tenéis una simpática entrevista pinchando aqui
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